Primero un presidente de raza negra, luego uno fuera del clan del poder en Estados Unidos que dejó huérfano a México; el ascenso de la izquierda al gobierno español; el caso de Cataluña , el Brexit, la apertura de China al mundo, los cambios en Cuba, son algunos de los acontecimientos que están inspirando a los habitantes de varias naciones a romper con los viejos moldes.
Y México parece decidido a seguir esa ruta. Además, están dadas las condiciones para ello, por lo que leeremos a continuación:
La reducción de la consistencia de las clases medias que han encadenado sus motivos de tensión a la irritación por la desigualdad que carcome a casi 50 millones de mexicanos, así como 14 millones de jóvenes faltos de oportunidades que votarán por primera vez, patentaron una fórmula capaz de empujar cambios y correcciones que ningún gobierno desearía hacer por sí solo.
Esa fórmula incuba las elecciones mexicanas del 1 de julio, toda vez que los electores tienen muy presente que los partidos PRI y PAN ya tuvieron su oportunidad con resultados desastrosos para las mayorías, principales afectadas por la anemia del bajo crecimiento económico de apenas 1% per cápita anual desde hace tres décadas.
Mientras los bolsillos de la gente del poder engordan, trasladan al pueblo los costos de esa riqueza convertida en deuda pública, al mismo tiempo que llenan de descrédito los comicios, inducidos por el miedo a perder sus privilegios si el ganador no es gente de su confianza.
La llegada al poder de un partido diferente el PRI en 2000 no se tradujo en mejoría para el país.
Del gobierno de Vicente Fox (2000-2006) al de Enrique Peña Nieto, pasando por el de Felipe Calderón, el saldo de la deuda pública federal creció en 16 años aproximadamente 350%, al pasar de poco más de 2 billones de pesos en diciembre de 2000 a 9.81 billones de pesos a enero de 2017.
En esos 16 años, por endeudamiento ingresaron a las arcas públicas más de 7 billones de pesos que no detonaron el desarrollo nacional.
La crispación nacional en contra del gobierno por la corrupción, inseguridad, violencia, insultantes salarios, miles de muertos abonados por la lucha contra el narco, la impunidad… y otros muchos motivos, tornan urgente quitar el freno a la Reforma del Estado y dar paso a una refundación que salve a México de sus depredadores.
En ’Cambio en México’ conozca una radiografía alfa y omega del viejo sistema político mexicano, herencia de la Conquista, y siga la ruta hacia un mejor futuro que ya llegó.