Mario Villanueva, el hombre que se enfrentó a un sistema que lo aplastó


Con gran aceptación popular como gobernador de Quintana Roo, encarceló a sus enemigos políticos y provocó un cisma en el PRI nacional al enfrentarse en la sucesión estatal al presidente Zedillo

Mario Villanueva, el hombre que se enfrentó a un sistema que lo aplastó
Política
Enero 29, 2018 00:54 hrs.
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Justo May Correa › enbocaspalabras

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Preso desde 2001, el ex gobernador priista de Quintana Roo Mario Villanueva (1993-1999) se opuso durante el proceso electoral estatal 1998-1999 a los deseos del presidente Ernesto Zedillo de que la diputada federal Addy Joaquín Coldwell fuera la candidata, dado que el ’delfín’ de Mario era el senador Jorge Polanco Zapata, y al final una negociación con el ejército dio la candidatura a un tercero en discordia: el coronel Joaquín Ernesto Hendricks Díaz, gobernador 1999-2005.

Villanueva, acusado originalmente por sus presuntos vínculos con el narcotráfico, lucha en la actualidad por ser reubicado de su actual prisión en el estado de Morelos al Centro de Readaptación Social de Chetumal, y para ello ha pedido infructuosa ayuda al actual gobernador panista-perredista Carlos Joaquín, hermano de Addy Joaquín.

De hecho, Grupo Imagen ha anunciado que proyectará la noche de hoy lunes 29 de enero una declaración grabada en prisión por el periodista Ciro Gómez Leyva, en la que el ex gobernador hablará de su caso.

Mario Villanueva se considera un preso político y ha responsabilizado de su desgracia al ex presidente Zedillo.

Villanueva tal vez tenga razón, pero también se forjó a pulso enemigos políticos dentro de Quintana Roo, donde encarceló en diferentes momentos a los líderes estatales de la CTM, Isidro Santamaría Casanova (quien todavía está en el cargo y es regidor en Cancún), y al de la CROC.

El de la CROC era en 1995 Salvador Ramos Bustamante. Su hijo Emiliano Ramos Hernández es el actual presidente de la Gran Comisión del Congreso de Quintana Roo. Otro hijo, Alejandro Ramos, es titular de la Secretaría de Infraestructura del gobierno de Carlos Joaquín González.

Cisma en el PRI nacional

Resulta que el viernes 9 de octubre de 1998 el gobernador Villanueva Madrid rompió con el centro político del país, en un multitudinario acto en Chetumal, luego de que acusara al presidente Zedillo de ordenar el relevo de Enrique Alonso Alcocer como dirigente estatal del PRI, colocando en su lugar a José Arjona Carrasco.

En ese acto el entonces gobernador acusó a Addy Joaquín de exigir posiciones políticas, ya que él no le concedió la candidatura. Addy estimó que Hendrics Díaz ganó unas amañadas elecciones internas.

Villanueva dijo a la multitud refiriéndose a Addy:

“Una de las intenciones en este proceso ha sido la finta en el chantaje: ‘o me das esto, que sabemos que corresponde, o me voy al PRD, o me voy al PAN; o los junto a los dos’ “.

Villanueva Madrid rechazó en ese momento cualquier negociación a espaldas de la militancia y pidió a sus seguidores refrendar el apoyo solidario a Joaquín Hendricks Díaz, “para que nuestro candidato lleve la bandera de los priistas del estado”.

Agregó:

“Me tiene preocupado que se pretende jugar con tanta ligereza, y de esta manera con la voluntad de los priistas ratificada en las urnas el 20 de septiembre (de 1998).

“Nunca Mario Villanueva, y lo digo hoy, y así ha de respetarse, pondrá las manos para orientar acciones en el proceso que los puedan distorsionar. De ninguna manera.

“Yo continuaré mi lucha por el partido en el exterior del estado. Ese es mi destino por mi propia decisión.

“Pero hoy tengo un reclamo a mi partido. No me ha parecido como militante lo que está ocurriendo, y por ello en principio exijo a Mariano Palacios Alcocer una satisfacción pública a los militantes y al Consejo Político Estatal.

“Exijo que Carlos Rojas, por su responsabilidad, y por no tener presente nuestra dignidad, renuncie a su cargo de secretario general. Que como mi condición personal, con toda honestidad les digo: en tanto esto no se dé, yo no tendré relaciones con el Comité Ejecutivo Nacional hasta que cambiemos de dirigencia”.

Reacción

Turbulento final

Villanueva tuvo un turbulento final de mandato. Acusado de vínculos con el narcotráfico, escapó antes del 5 de abril de 1999, fecha en que asumió el poder Joaquín Hendricks Díaz.

La noche de la transmisión del poder, entre el gentío andaba Mariano Herrán Salvati, en fiscal encargado de su caso con la misión de detenerlo a toda costa.

Villanueva anduvo prófugo 2 años, hasta que fue capturado el 24 de mayo de 2001 en el conurbado poblado de “Alfredo V. Bonfil”, perteneciente al municipio de Benito Juárez Cancún.


Ordena detener a Isidro Santamaría Casanova

Ordena detener a Isidro Santamaría Casanova

Una serie de problemas intersindicales recrudecieron a principios de junio de 1998 con enfrentamientos que desembocaron la noche del jueves 25 de ese mes y año con la detención del líder de la CTM en Quintana Roo, José Isidro Santamaría Casanova, a quien se le fincaban delitos de robo, lesiones y despojo.

Los delitos presuntamente habrían sido cometidos en perjuicio de una fracción disidente que constituyó otra entidad sindicalista respaldada por el gobierno de Mario Villanueva Madrid.

Junto con el líder quintanarroense de la CTM, por los mismos delitos fueron detenidos también Pedro Reyes Pérez, regidor de Seguridad Pública del ayuntamiento Benito Juárez y dirigente municipal de esa central obrera.

Asimismo, el secretario general del Sindicato de Fotógrafos, Rubén González Santamán, de la misma organización.

Las aprehensiones las realizó un grupo especial de judiciales encargado de hacer trabajos especiales al gobernador Mario Villanueva Madrid, en cumplimiento de una orden emitida por el Juez Segundo de lo Penal, Marco Antonio Traconis Vargas, a raíz de la averiguación previa iniciada por hechos denunciados por Pascual de la Cruz García, rival político de los detenidos, según consta en la causa penal 163/98.



Mario Villanueva persigue a Salvador Ramos

Mario Villanueva persigue a Salvador Ramos

Salvador Ramos Bustamante, líder de la quintanarroense Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), fue detenido en Mérida el 25 de febrero de 1995 y trasladado por aire a Cancún por órdenes del gobernador Mario Villanueva Madrid, que en ese momento cumplía los dos primeros de seis años en el poder asumido el 5 de abril de 1993.

Ramos Bustamante cometía un pecado capital para el sistema priista al sindicalizar en la CROC a los operadores de taxis conocidos como martillos, explotados por el sindicato patronal de taxistas Andrés Quintana Roo de la ciudad de Cancún.

Las redes construidas por el sindicato patronal de taxistas, agrupado en torno al sector popular del PRI, son hasta hoy un largo brazo político utilizado por años por el gobierno estatal para varios fines, entre ellos ganar elecciones mediante la coacción a sus miles de miembros martillos.

La captura del sindicalista Ramos Bustamante en febrero de 1995 era la culminación de meses de pugna con el gobernador Villanueva, que un año antes, el lunes 29 de agosto de 1994, ordenó allanar el edificio de la central obrera mediante un aparatoso operativo en el que intervinieron judiciales estatales y policías de Cancún.

Al final, las autoridades informaron haber confiscado en las azoteas cinco cartuchos útiles de mexanol, 40 litros de gasolina y unas 30 bombas molotov.

No obstante, testigos presenciales indicaron que los objetos confiscados y que sirvieron para incriminar falsamente a la CROC, en realidad fueron subidos a las azoteas por los mismos agentes utilizando sogas para izarlos desde un lote baldío aledaño.

Alberto Juárez Blancas, líder nacional de la CROC, condenó desde la ciudad de México la ilegal intervención de la policía en el cuartel general de la central obrera en Cancún.
Sin embargo, pronto Salvador Ramos descubrió que en realidad Juárez Blancas estaba de acuerdo con el gobernador Villanueva en su intentona de combatirlo al presumirlo aliado del comunismo.

¿De dónde salía la especie?

Con el tiempo sabría que el líder nacional de la CROC Juárez Blancas hacía una campaña subterránea en su contra diciendo era comunista.

Incluso, uno de los empresarios más importantes de México, don Carlos Buchanan, de grupo Visa, inquieto por esa versión, lo invitó a cenar.

—Después del segundo coñac me dice:

—Oye Salvador, estamos muy preocupados por tus viajes a Cuba. ¿Me quieres decir qué vas a hacer a Cuba?

—Yo me empecé a reír. Y me decía:

—Oye, tómate otro coñac.

—Bueno, otro coñac y le voy a decir la verdad.

—¿De veras?

—Y se ponía muy atento.

Y le daba Salvador esta respuesta:

—La verdad es que tengo una mulata.

—No, no. Eso no es cierto. Ya dime…

Un día, Frentes políticos de Excélsior dedicó un amplio espacio afirmando que Salvador Ramos Bustamante estaba vinculado con organizaciones comunistas.



Mario Villanueva empieza a dudar del desempeño de Carlos Joaquín

El miércoles 28 de junio de 2017, un año y 23 días después de las elecciones que llevaron a Carlos Joaquín González al poder, Mario Villanueva planteó “algunas dudas” sobre el desempeño del nuevo gobernante que había tomado posesión el 25 de septiembre del mismo año.

Hizo esa declaración a través de una larga carta en su cuenta de Facebook.

“Al jinete se le conoce arriba del caballo”, dijo Villanueva, y se apresuró a aclarar que su alejamiento no tenía nada que ver con temas electorales ni espacios en el Gobierno.

Entonces hizo diana en la conciencia de sus ciberlectores, porque reveló además que durante la campaña del hermano del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, le ofrecieron una notaría pública “y varios millones de pesos” a cambio de apoyar a Mauricio Góngora, el candidato del PRI, y abandonar su respaldo a Carlos Joaquín.

En la mencionada carta, publicada en su cuenta de Facebook, el ex mandatario Villanueva aseguraba que sus diferencias con Carlos Joaquín tenían que ver con que no recibió su ayuda para mejorar las condiciones de encierro en las que todavía permanece en un penal en Morelos, situación que reiteraría en una declaración este lunes 29 de enero en una entrevista grabada en las instalaciones penitenciarias por Ciro Gómez Leyva.

En su carta del año pasado Villanueva Madrid dijo que el gobernador panista-perredista Carlos Joaquín no lo ayudó con recursos para trámites cuando estaba en la cárcel en Estados Unidos; tampoco lo ayudó con el traslado a una cárcel del Estado de México, ni respondió su pedido de que hiciera gestiones para que fuera trasladado a la cárcel de Chetumal.

En su misiva Mario también lanzó dardos al desempeño del gobernador al mencionar que sus “desaciertos” podían hacer perder votos a la alianza PAN-PRD.

Ante ello, Carlos Joaquín respondió que el problema con el ex mandatario tenía que ver con espacios en el gobierno.

“No sé, normalmente se trata siempre de espacios en gobierno, de algunos temas que quedaron en el tintero desde gobiernos atrás”, dijo el gobernador en aquel momento.

Mario Villanueva, a su vez, negó que esa fuera la razón de sus diferencias.

“Por cierto – le restregó en la cara al gobernador– cabe comentar que hoy, a nueve meses de tu administración, se están planteando algunas dudas sobre tu desempeño, y valdría la pena que las tomes en cuenta”.

Aquí el texto completo publicado en Facebook:

ACLARACIONES AL GOBERNADOR CARLOS JOAQUÍN

PRIMERA PARTE

Gobernador:

Me causó extrañeza tu reacción ante mi escrito en el que expuse que los desaciertos de tu gobierno podrían constituir desventaja para el PAN y el PRD en las elecciones federales de 2018.

Faltaste a la verdad con tu declaración al respecto, pues sabes perfectamente que los motivos de mi alejamiento son muy diferentes a los que tú has señalado.

No gobernador, no pretendas confundir a la opinión pública. Sería yo muy corriente si me manifestara ofendido porque no me hubieras concedido algún espacio en tu gobierno o en el pasado proceso electoral.

Por ello, conviene comentar ahora que hace varias semanas envié una carta al representante del gobierno del Estado en la ciudad de México expresando que en virtud de que había yo percibido que no está en tu ánimo, pues yo había decidido seguir mi camino al margen tuyo y de tu gobierno.

Esos planteamientos se refieren exclusivamente a mi interés fundamental, que era estar en una cárcel cercana a mi familia para que con la ayuda de mi esposa y de mis hijos pudieran atender mi salud, a la vez que podía tener la necesaria convivencia con ellos. Bien sabes que la cárcel a que me refiero es el reclusorio de Chetumal que depende del gobierno del Estado.

Tu declaración resulta desafortunada y me veo obligado a hacer aclaraciones. Por ejemplo, en una parte de ella el periodista anotó:

“Tendrías que conocer mucho cómo están las situaciones, cuáles son las condiciones en que hemos iniciado el trabajo, cómo hemos avanzado en cada una de ellas, que es lo que estamos buscando lograr en cada uno de estos espacios para poder opinar y meter una crítica. No sé si él las conoce”.

Cabe comentar que desde luego que conozco las condiciones tan difíciles con las que iniciaste, en un estado en quiebra, y también estoy enterado de tus avances porque me interesa el desarrollo del estado y tengo varias fuentes que me alimentan con información.

Tu declaración esta fuera de lugar, ya que en ningún momento hice referencia alguna a tu trabajo ni a ninguna acción de tu gobierno, pero además, tampoco “metí una crítica”. Te incomodaste sin razón, te calentaste gratis gobernador. Permíteme explicarte:

Lo que expuse en mi escrito fue únicamente una opinión política producto de un análisis hasta donde da mi capacidad, sobre cómo veo a los partidos políticos rumbo a las alecciones del próximo año.

El diccionario define la palabra desaciertos como errores, los que son comunes en cualquier gobierno. Yo mismo, cometí muchos durante mi administración al igual que algunos de mis colaboradores de los que, como es natural, la responsabilidad es mía.

Lo que quise destacar en mi escrito es que, si los errores que tu gobierno comete son de tal magnitud que lleguen a crear molestia en la población, los electores se los podrían cobrar con un voto de castigo al PAN y al PRD, por ser los partidos en el gobierno.

Debes reconocer, gobernador, que no estoy diciendo nada nuevo; la ciudadanía castiga a un mal gobierno y premia a uno bueno. Para muestra van los siguientes ejemplos:

Llegaste a la gubernatura porque las y los quintanarroenses se cansaron del gobierno del PRI de Roberto Borge. Lo mismo ocurrió con los gobiernos de Veracruz, Chihuahua y Nayarit. También por una situación similar se ha dado la alternancia PRI-PAN-PRI en la Presidencia de la República.

Está también a la vista la situación del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, que por una cadena de errores en menos de seis meses, redujo su popularidad a un 34 por ciento y lo investigan una Fiscal especial y el Comité de Inteligencia del Senado; lo acusan de acciones indebidas el Fiscal del Estado de Maryland, el de Washington, DC y 200 legisladores demócratas, etc.

Por otra parte, considero necesario aclarar, además, que con mi escrito tampoco pretendía hacer una crítica al PAN o al PRD, a cuya dirigencia y militancia respeto y no tengo motivos por ahora para cuestionarlos.

Para los panistas y perredistas que están en el gobierno, creo que mi opinión podría tal vez servir como un aviso: ¡Aguas! traten de hacerlo lo mejor posible para que la ciudadanía les refrende su confianza en las elecciones futuras.

Sin afán de incomodarte, creo que el mensaje también te puede ser útil, gobernador.


“Alejamiento Político”

Esta es una buena definición del periodista por ser una expresión diplomática, aunque en este caso hay que ir al grano. Decidí seguir mi camino al margen de tí y de tu gobierno, gobernador, por los motivos que aquí expongo:
Respecto a mi alejamiento de tí, el periodista anotó que declaraste lo siguiente:

“No sé, normalmente se trata siempre de espacios en gobierno de algunos temas que quedaron en el tintero desde atrás… pero vamos a seguir trabajando en bien de la población mucho más que en temas electorales”.
Reitero gobernador que pretendiste desviar la atención, pues sabes perfectamente que las razones de mi separación de tí no obedecen a espacios en tu gobierno ni a temas electorales.

Aclaremos: fui gobernador y, como cualquier otro ex gobernador sé que cuando uno asume el cargo necesita acomodar a sus personas de confianza y eso hace necesarios ocupar las posiciones disponibles, los que por lo regular nos parecen insuficientes, pero tu situación fue más complicada, pues te hacían falta posiciones para cumplir con tus compromisos con el PAN y el PRD, porque compartes con ellos el gobierno.

Consciente yo de tus limitaciones, a lo más que pude llegar fue a plantearte inquietudes de algunas personas que deseaban una oportunidad.

En cuanto a la campaña política, es cosa del pasado, pero antes que pedirte, te brindé la colaboración por medio de mi pluma y de mi hija que, como candidata a diputada, promovió tu mensaje de una nueva esperanza como transparencia, honestidad, combate a la corrupción y oportunidades para todos.

Si yo buscara beneficio, habría aceptado el ofrecimiento que me hicieron de una notaría pública y varios millones de pesos a cambio de retirarte mi apoyo y dárselo a tu competidor, el candidato Mauricio Góngora.

Rechacé esa oferta diciendo que mí pluma no se vende y que estaba contigo por la convicción personal de que tú eras quien Quintana Roo necesitaba en el gobierno. Por cierto, cabe comentar que hoy, a nueve meses de tu administración, se están planteando algunas dudas sobre tu desempeño, y valdría la pena que las tomes en cuenta.

Quizá deberías pensar, Carlos Joaquín, que en mis condiciones de más de 16 años en la cárcel por delitos que no cometí, con más de 18 años fuera de mi hogar y un saldo de pérdida de la salud de mi esposa y mía, mi único y el más importante interés ha sido resolver mis problemas jurídicos y volver a casa y, mientras eso se logra, tratar de obtener las condiciones apropiadas de cárcel para darle atención a mi salud y estar lo más cerca posible de mi esposa y mis hijos.

Piensa, gobernador, que con la enorme dimensión de mis problemas personales, carece de sentido jugar a la búsqueda de posiciones que sólo a tí te corresponde decidir.

Una cosa es dar opiniones políticas como lo hago, tratando de ser útil a la sociedad, y otra cosa es el interés político en el poder, en participar en el gobierno. No tengo este interés.

Tal vez deba definirse lo que hago, como ser un aprendiz de comunicador social orientado al desarrollo político, económico y social de nuestro Estado, tarea ésta en la que deseo poner mis conocimientos y experiencias al servicio de la sociedad.

Bajo ese concepto, cabe añadir que si la campaña política fue de propuestas que nos entusiasmaron: honestidad, transparencia, etc.; estando ya en el gobierno te corresponde hacer efectivo lo prometido.

Estaremos pendientes, reconociendo lo que se haga bien, aceptando lo que no se pueda hacer, pero también expresando nuestra inconformidad y disentimiento sobre lo que se haga mal o se omita hacer sin justificación.

Estás arriba de la montura gobernador, y como bien dicen mis amigos charros de Cancún, Chetumal y el resto del Estado: “al jinete se le conoce arriba del caballo”, así que te toca mostrar a la población tus habilidades como jinete.

Sobre los motivos del alejamiento

Bien, vayamos ahora a algunos motivos de mi separación de tí, para que las cosas queden claras.

Ante mi inminente regreso de los Estados Unidos, acudí a tí solicitando tu apoyo porque durante tu campaña política manifestaste simpatía por mis problemas y dijiste que me ayudarías. Además, pensé que había una buena relación personal entre tú y yo.

No obstante, aquí fue donde la puerca torció el rabo, porque solo he obtenido silencio tuyo y desprecio a mi persona y mis problemas, de lo que reconozco que me tardé en que me cayera el veinte y pequé de tarugo pidiéndote ayuda. Veamos las razones:

Primer Motivo.

A mi regreso a México tenía que seguir preso y, sabiendo que en México era imposible hallar una cárcel como la prisión-hospital con todos los adelantos médicos en la que estaba yo en los Estados Unidos, pensé que la mejor solución sería estar en la cárcel de Chetumal, del gobierno del Estado, lo que me permitiría estar cerca de mi esposa y mis hijos para que me apoyaran en la atención de mi salud con los médicos de allí.

La posibilidad de traslado a esa cárcel está prevista en la Constitución Federal y las leyes relativas, por lo que para lograrse sólo se requería que tú, gobernador, estuvieras de acuerdo, porque es una cárcel dependiente de tu gobierno, y que dieran su anuencia las autoridades de la Secretaría de Gobernación, porque soy un preso federal.

Por esas razones, con una persona cercana a tí y a mí te hice la petición de que hablaras con el Secretario de Gobernación diciéndole que estabas de acuerdo en que me trasladaran al reclusorio de Chetumal, y pidiéndole que autorizara el traslado.

Era un trámite relativamente sencillo, pero nunca hubo respuesta de tu parte a mi petición, de la que han pasado siete meses (hasta el 28 de junio de 2017).

Segundo Motivo.

Estando yo todavía en los estados unidos, por medio del secretario de Gobierno (Francisco López Mena) te envié un mensaje en el que, entre otras cosas, te decía que necesitaba que se hicieran algunas gestiones en la ciudad de México para tratar de encontrar las mejores condiciones posibles de cárcel en esa ciudad.

Las gestiones las haría Niza Puerto, pero como yo ya no tenía dinero, te solicité que, si estaba en tus posibilidades me auxiliaras con algunos gastos para pasajes y viáticos de ella.

Tampoco le diste respuesta a esa petición. Bien podías haber dicho que no había dinero y lo entendería, pero tu silencio refleja otras cosas.

Tercer Motivo.

Quizá porque la necesidad es mucha, fui muy necio y, a pesar de lo anterior, un enviado mío insistió en pedirte, por medio de un colaborador tuyo, muy cercano que hiciera la gestión ante el Secretario de Gobernación para que me cambiaran de la cárcel donde estoy a un reclusorio en la ciudad de México. (Estoy en el Estado de Morelos).

La respuesta de tu colaborar fue que no era posible “porque en Gobernación no te hacían caso”. A otro perro con ese hueso gobernador. En principio, el Secretario de Gobernación está obligado a atenderte porque es el enlace formal del Ejecutivo Federal con todos los gobernadores de los Estados.

En segundo lugar, ante una petición de carácter humanitario como la referida, lo menos que podría decirte es que tomaría en cuenta tu inquietud por apoyarme.

Una conclusión.

La verdad es que si hubieras tenido interés en apoyarme, no sólo no habrías evitado dar respuesta a mis peticiones, sino que desde que llegué o, en cualquier momento (llevo aquí 5 meses), me habrías mandado algún mensaje preguntando en qué podías echarme la mano, pero no ha sido así.

Nota: estas aclaraciones aún no concluyen, seguiré con la “Segunda parte”. porque hay otras razones que motivan mi separación de tí y del gobierno, gobernador Carlos Joaquín.

Mario Villanueva
Ex gobernador de Q. Roo
Junio 26/2017

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