El legado en comunicaciones y transportes de la administración AMLO —que termina en ocho meses— corre el riesgo de verse empañado por la estela destructiva que dejaría el Tren Maya a su paso por tramos quintanarroenses que comprenden partes altamente sensibles del Gran Acuífero Maya, uno de los sistemas de agua dulce más grandes y complejos del mundo, en momentos en que se acentúan las advertencias de que la humanidad se encamina hacia una de las más graves crisis ambientales de la historia, a causa de la drástica disminución de las reservas de agua potable del planeta.
Un reportaje publicado este mismo día por El País, donde por primera vez se observa el vaciamiento hacia las profundidades de las cavernas —que conviven con las fuentes de agua— de toneladas de concreto y metales para miles de columnas de un sistema de puentes del tren llamado en lengua maya ’Caballo de fuego’ (Tsíimin-K’áak), ha coincidido en esta misma fecha con una publicación de Forbes, citando una nota de la agencia EFE, que tiene como fuente la revista Nature, en la que expertos alzan de nuevo la voz advirtiendo que se acelera el agotamiento global de los mantos acuíferos.
Por citar un ejemplo del cuidado que se debe tener en la región: hasta 2018 era de casi cien millones de metros cúbicos anualizados la extracción de agua dulce autorizada para el abasto de agua potable de los municipios de Isla Mujeres, Puerto Morelos y Benito Juárez, donde está Cancún, según datos de la Comisión Nacional del Agua asentados en las estadísticas de Desarrollos Hidráulicos de Cancún (Aguakán), el consorcio a cargo de la concesión del servicio desde 1993. (No se tienen disponibles las cifras de los seis últimos años, cuando se ha acelerado el boom de la Riviera Maya —que no se cita en la estadística— y la explotación turística en el macizo continental de Isla Mujeres), en el norte quintanarroense.
La Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, dependiente de la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat, citaba mediante oficio SGPA/DGIRA/DG/ 64721, que la extracción se realizaba mediante 195 pozos de captación, con volúmenes globales autorizados de 98 millones, 581 mil 400 metros cúbicos de agua al año.
Respecto a lo que sucede a causa de las obras del tren en Quintana Roo, EL UNIVERSAL publicó que los pilotes que sostienen la obra del Tren Maya están alterando la calidad del agua y destruyendo patrimonio geológico, de acuerdo con espeleólogos y activistas.